lunes, abril 26, 2010

Senectud

Recuerdo cuando era un niño, estaba sentado con Mamá en la mesa, creo comíamos tallarines, y hablábamos de la vida. Después de un pausado silencio de temprana meditación, recuerdo decir: "Mamá, yo no quiero crecer".


Hoy, caballeros (y discúlpenme las damas), me siento el peor de los cumplidores.
Me siento el que una vez fue lozano vástago, y hoy se halla un vetusto montón de corteza.
Me siento cualquiera de esos ajados Bens, que no hacen más que impedir que otro estaciónese allí.
Recuerdo cuando era joven, yo reía mucho, ahora parezco haberlo olvidado; recuerdo cuando era joven, hablaba mucho, ahora opte por presenciar y por algún motivo los Generales de mi garganta me prefieren taciturno.

Me agradaba bastante cantar, y acompañarme de algún instrumento, hoy suelo tararear. A veces me entusiasmo y se me escapan unos versos, pero lo sé, debo parar, pues quien quiere un viejo recitando antigüedades.

Me gustaba ser un niño, podía saborear cantidad de golosinas, podía acostarme a más de las 21:00 horas y sentirme más logrado, un paso más adelante; podía correr y brincar, podía reír y patalear.

A diferencia de hoy, que siento que cada paso, es solo darle la noticia a mis vertebras, de que el descanso fue un cruel embuste; y que cada uno de mis llantos, es la pena de mis recuerdos, y el recuerdo de mis alegrías.

Me gustaba ser un joven, y vestirme con algo más loco cada día, hoy pareciese que nosotros los ancianos tuviéramos un uniforme definido, y el gris haberse establecido como el color de nuestro blasón.

A veces siento que las paredes de mi alcoba caerán sobre mi semblante, y que por algún motivo las palomas no quieren ya hablarme más. Disculpen, disculpen mis insólitas confesiones, pero es que a veces pienso que al escribir hablo con alguien de confianza, será tal vez que estoy más viejo, será tal vez que estoy más loco, pues no debo olvidar citar lo que mi "buen amigo" el Doctor, llamaba: "locura senil".

Por supuesto se, uno de estos días me visitara una antigua amiga, una antigua deudora, vestida tal vez mas formal de lo que yo hiciese, con sus respectivas capucha y guadaña, oye Parca! no te aflijas, que este viejo es más sensato cada vez.

Ahora creo tener el peor de los defectos: soy un viejo de alma rapaz, y suelo entusiasmarme con facilidad, como ahora, mírenme, quien quiere oír los problemas de este viejo, quien quiere oír los sueños de este niño.

                                                    Atte. Bocanegra



(La Foto pertence a Kimbertrancanut, a el todos los derechos)