A los jovenes de sueños rotos.

Saludos, mi nombre es Bocanegra, y pertenezco al montón de los jóvenes de sueños rotos.


A veces suelo pensar que soy el único de las falsas esperezas, de los caminos temerosos, pero luego veo me equivoco, somos todos. Somos todos, todos los que en un momento pensamos si podríamos, que pensamos que nos iría bien si le dedicábamos todo de uno.

Tal vez solo sea el que más ansias aun le pone, pero sé que no estoy solo.

Oye, tú, tú que lees esto y sabes que a ti me refiero, ¿acaso no notas que esto no es lo mío?

Siento ser el hombre atrapado en la realidad de otro, y cada paso que doy parece alejarme de mi añorado destino.

Créanme, eso de las vidas paralelas no funciona, fui otro engañado con el mismo cuento a fin de hacer lo más sensato.

Pero hoy, hoy me levanto de este letargo, hoy canto por última vez a escondidas, hoy me atrevo, hoy, hoy hago lo que supe que siempre debí hacer, hoy me arriesgo.

Y ustedes niños y jóvenes de miedo incesante levántense conmigo y todos vallan por sus sueños, y luchen por ellos, luchen, pasen sobre quien deban pasar, dejen atrás lo que deban dejar, pero luchen. Porque si no, Dios quiera que ustedes mismos se lo perdonen.

¡Rompan filas!